El tradicional Día del Cine se ha convertido en la Fiesta del Cine, iniciativa que busca acercar a los chilenos al séptimo arte proyectando películas nacionales y extranjeras no sólo en Santiago sino también en otras regiones del país. El encuentro, convocado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes tiene como objetivo facilitar el acceso de la gente al cine y promover las creaciones chilenas.
Para ello, entre los días 12 y 16 de noviembre se realizó a lo largo del país la exhibición de más de 40 filmes nacionales, presentados por sus propios directores y protagonistas, todo ello por una módica suma de mil pesos. Dentro de la misma actividad, frente al palacio de La Moneda se instaló la gran Feria del Cine donde se exhibió una muestra de equipos e indumentaria para quienes disfrutan del séptimo arte, esta exposición contaba además con un escenario en el que todos los días, después de las siete de la tarde se exhibían obras de teatro y en el que actuó la ministra de Cultura.
Con la idea de “generar la posibilidad, en un mediano plazo, de crear un proceso continuo de participación, donde los beneficiados sea la propia gente”, y así poder difundir de manera correcta las producciones nacionales y apoyar a la industria cinematográfica del país, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la industria cinematográfica y los gremios audiovisuales realizaron éstas actividades durante los cinco días que duró la fiesta.
Todo comenzó el lunes 12 de noviembre, donde el 50 por ciento de todas las multisalas de Chile tuvieron en cartelera más de 40 películas chilenas a un valor de sólo mil pesos. Se realizaron incluso exhibiciones gratuitas para alrededor de diez alumnos de colegios municipalizados.
Los organizadores de este evento se encargaron de que nadie quedara excluido. Para ello no sólo habilitaron una multisala especial para personas sordas, que contaba con un recuadro de señas. Sino que además exhibieron películas especiales, para la tercera edad, filmes de su época y llevaron el cine a diferentes hospitales de la Región Metropolitana. Asimismo se instalaron en 150 comunas del país “salas itinerantes” las que durante los cinco días que duró la fiesta, estuvieron en plazas y/o gimnasios.
La iniciativa fue catalogada como un éxito ya que no sólo cumplió con acercar el cine a las personas sino que además intentó dio un golpe a la piratería, que día a día se toma con más fuerza nuestro país, pues muchos prefirieron pagar una luca y ver con buen sonido y en una buena pantalla películas como Radio Corazón o Che Copete la película, a comprar la copia pirata.
Dentro de las cosas más destacables es que se logró que películas tan populares como éstas, fueran vistas en los cines por el público al que van dirigidas, sectores más populares que no tienen las facilidades para pagar sobre dos mil pesos para ir una vez por semana a las salas del séptimo arte.
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